Se trata de una moto azul con un gran toro rojo y el frontal pintado en amarillo, una preparación 100% estética ya que este chico no quiere tener ningún problema con las autoridades trucando su motor.
El proceso de preparación fue lento y concienzudamente estudiado; tan sólo de esta forma se pudo llegar a tan asombroso resultado. Lo primero fue realizar el diseño por ordenador y luego llegó el trabajo de fibra; se alisó el colín, se realizó una tapa para convertirlo en monoplaza, se alargó el guardabarros trasero y se modificó el frontal haciendo una máscara a los faros a modo bad boy y adaptándole de forma artesanal una nueva cúpula de Yamaha R-1. A continuación se procedió a la pintura de las diversas partes que componen esta moto: carenado, depósito, cúpula, colín, depósito, guardabarros, cubrecadenas, llantas… todo se pintó con una base metalizada sobre la cual se aplicó siguiendo el diseño el azul, el amarillo o el rojo candy que le da una vivacidad increíble al trabajo.Una vez montada se procedió a cuidar los más mínimos detalles, como los puños artesanales de Red Bull, los contrapesos, tapones de válvulas, puño de gas rápido y una completa instalación de iluminación que le ha llevado a conseguir algún que otro premio.
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